INTRODUCCIÓN
La piel y sus anexos constituyen la principal barrera estructural de defensa del organismo frente a los agentes externos. Está formada por tres capas: la epidermis, que es avascular y la más superficial; la dermis; y el tejido celular subcutáneo, el cual está vascularizado y se sitúa a un nivel más profundo.
Existe un constante equilibrio entre los microorganismos ambientales y el hospedero, de manera que la pérdida de ese equilibrio puede favorecer el desarrollo de una infección cutánea.
Algunos factores que pueden alterar dicha homeostasis y favorecer las infeccione Torres-Lozada VR, León-García AR. Abril-Junio 2019